Eusebio
Well-known member
Lo peor de todo es que cuando lo consigues se te queda una cara de lelo porque te das cuenta que lo has colocado por pura chiripa.
Esta frase del compañero Nokland refiriéndose al tema de colocar el puente de rodaje a un reloj, me ha traído a la memoria una pequeña historia que quiero compartir con vosotros:
Hace lo menos 30 años escacharré el motor de un Seat 850 que era mi único vehículo, rompí los segmentos de un pistón y aquello se quedó con menos velocidad que una bicicleta y quemando aceite por todos lados.
Hacía muy pocos días que disfrutaba de las vacaciones de verano y tenía un buen amigo con un taller de reparaciones, pero carecía de lo fundamental, la pasta para repararlo. Este mecánico y buen amigo me propuso lo siguiente: -"yo te dejo las herramientas necesarias y mis conocimientos, y tu te reparas solito el motor". No me lo pensé dos veces y acepté el trato.
Para no alargarme mucho solo os diré que desmonté el motor hasta el último tornillo, cambié el bloque-motor por uno de desguace, lijé, limpié, petroleé (incluyendo el carburador, entonces me parecieron sus piezas muy pequeñas :he::he::he
y volví a montar el motor.
Cuando todo estuvo a punto, crucé los dedos y le dí al contacto. ¡¡Y arrancó al segundo intento!! :yipi::yipi::yipi: Y con un sonido que daba gusto oírlo. Y no he dejado de pensar durante todo este tiempo que aquello fué pura chiripa. La suerte del principiante.
Me sentí tan orgulloso de mí mismo que no cabía dentro del coche, es un sensación extraordinaria.
Y esa sensación la he vuelto ha sentir en mi faceta de pintor al óleo, o la de modelismo, o la de montar ordenadores con piezas del rastro o, simplemente, cuando me da por "rascar" la guitarra y suena medio bién.
Y la vuelvo a sentir sobre todo ahora, con este tema de los relojes mecánicos. Es sublime. El montar el puente de rodaje y notar que todo encaja, el depositar con infinito cuidado el volante en su sitio y ver como este empieza a latir. Disfruto como un chiquillo.
Imagino que tanto la mecánica como la relojería, tomadas como profesión y obligación, llegarán muchas veces a resultar tediosas, pero para los que tenemos estos hobby,s, los momentos que pasamos con ellos son, por lo menos para mí, insustituibles.
Un saludo a todos.
Esta frase del compañero Nokland refiriéndose al tema de colocar el puente de rodaje a un reloj, me ha traído a la memoria una pequeña historia que quiero compartir con vosotros:
Hace lo menos 30 años escacharré el motor de un Seat 850 que era mi único vehículo, rompí los segmentos de un pistón y aquello se quedó con menos velocidad que una bicicleta y quemando aceite por todos lados.
Hacía muy pocos días que disfrutaba de las vacaciones de verano y tenía un buen amigo con un taller de reparaciones, pero carecía de lo fundamental, la pasta para repararlo. Este mecánico y buen amigo me propuso lo siguiente: -"yo te dejo las herramientas necesarias y mis conocimientos, y tu te reparas solito el motor". No me lo pensé dos veces y acepté el trato.
Para no alargarme mucho solo os diré que desmonté el motor hasta el último tornillo, cambié el bloque-motor por uno de desguace, lijé, limpié, petroleé (incluyendo el carburador, entonces me parecieron sus piezas muy pequeñas :he::he::he
Cuando todo estuvo a punto, crucé los dedos y le dí al contacto. ¡¡Y arrancó al segundo intento!! :yipi::yipi::yipi: Y con un sonido que daba gusto oírlo. Y no he dejado de pensar durante todo este tiempo que aquello fué pura chiripa. La suerte del principiante.
Me sentí tan orgulloso de mí mismo que no cabía dentro del coche, es un sensación extraordinaria.
Y esa sensación la he vuelto ha sentir en mi faceta de pintor al óleo, o la de modelismo, o la de montar ordenadores con piezas del rastro o, simplemente, cuando me da por "rascar" la guitarra y suena medio bién.
Y la vuelvo a sentir sobre todo ahora, con este tema de los relojes mecánicos. Es sublime. El montar el puente de rodaje y notar que todo encaja, el depositar con infinito cuidado el volante en su sitio y ver como este empieza a latir. Disfruto como un chiquillo.
Imagino que tanto la mecánica como la relojería, tomadas como profesión y obligación, llegarán muchas veces a resultar tediosas, pero para los que tenemos estos hobby,s, los momentos que pasamos con ellos son, por lo menos para mí, insustituibles.
Un saludo a todos.