jost
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Hace mucho tiempo me vengo preguntando sobre la arbitrariedad de colocar rubís para la rueda de centro de los relojes. Supongo que es principalmente una cuestión de presupuesto. Pero he visto relojes baratos que lo llevan y relojes caros que no.
Por tanto y para aportar algo más de caché a un calibre y de paso aprender algo me decidí a colocar los rubíes correspondientes a los 2 pivotes de una rueda de centro. En este caso para un ETA 853, un calibre, grande, agradecido y en última instancia, no es un "incunable".
1º Encontrar un rubí que le vaya bien.
Lo más importante es que el juego radial sea mínimo. Este juego es la diferencia entre el diámetro del pivote y el diámetro del agujero del rubí. La manera de comprobarlo es que el rubí entre en el pivote de manera fluida pero que a penas pueda moverse en su interior. Si ves con la lupa que hay hueco, no sirve, tiene que ser prácticamente imperceptible.
2º Hacer el agujero para el rubí.
Hay 2 métodos, si tienes la suerte de que el rubí tiene medida estandar se hace el agujero con una fresa calibrada y listo. En este caso para la platina fue fácil. Para el puente no fue así.
Si no tienes esa suerte hay que ajustarlo manualmente. Primero se hace un agujero una décima de mm más pequeño que el rubí y luego se va ajustando con un alisador hasta conseguir el encaje perfecto:
Recordar que los agujeros son entre 1-4 centésimas de mm más pequeñas que el propio rubí. Con ese escasísimo margen se embuten y sujetan los rubís de nuestros relojes.
3º Quitar la rebaba.
Esto se hace con una herramienta que se llama Fresa de Ruedas que lo que hace básicamente es biselar levente el canto vivo dejado por la fresa calibrada y/o el alisador.
4º Embutir el rubí a presión.
Hay 2 máquinas que sirven para esto, la Seitz y la Horia. Ambas son prensas micrométricas. La 1ª se basa por fuerza de palanca y la 2ª por fuerza de torque. A mi personalmente me gusta muchísimo más la Horia, porque embute los rubís de manera progresiva y el "tacto" que proporciona es mucho más fiel que la Seitz.
5º Comprobar el juego de la rueda y su giro libre.
De esto no hay foto, porque implica movimiento.
6º Ver que el reloj funciona y todos tan contentos.
Espero que os haya gustado y que alguno haya aprendido algo más sobre cómo se colocan esas piedritas que tanto nos gustan
JOST
Por tanto y para aportar algo más de caché a un calibre y de paso aprender algo me decidí a colocar los rubíes correspondientes a los 2 pivotes de una rueda de centro. En este caso para un ETA 853, un calibre, grande, agradecido y en última instancia, no es un "incunable".
1º Encontrar un rubí que le vaya bien.
Lo más importante es que el juego radial sea mínimo. Este juego es la diferencia entre el diámetro del pivote y el diámetro del agujero del rubí. La manera de comprobarlo es que el rubí entre en el pivote de manera fluida pero que a penas pueda moverse en su interior. Si ves con la lupa que hay hueco, no sirve, tiene que ser prácticamente imperceptible.
2º Hacer el agujero para el rubí.
Hay 2 métodos, si tienes la suerte de que el rubí tiene medida estandar se hace el agujero con una fresa calibrada y listo. En este caso para la platina fue fácil. Para el puente no fue así.
Si no tienes esa suerte hay que ajustarlo manualmente. Primero se hace un agujero una décima de mm más pequeño que el rubí y luego se va ajustando con un alisador hasta conseguir el encaje perfecto:
Recordar que los agujeros son entre 1-4 centésimas de mm más pequeñas que el propio rubí. Con ese escasísimo margen se embuten y sujetan los rubís de nuestros relojes.
3º Quitar la rebaba.
Esto se hace con una herramienta que se llama Fresa de Ruedas que lo que hace básicamente es biselar levente el canto vivo dejado por la fresa calibrada y/o el alisador.
4º Embutir el rubí a presión.
Hay 2 máquinas que sirven para esto, la Seitz y la Horia. Ambas son prensas micrométricas. La 1ª se basa por fuerza de palanca y la 2ª por fuerza de torque. A mi personalmente me gusta muchísimo más la Horia, porque embute los rubís de manera progresiva y el "tacto" que proporciona es mucho más fiel que la Seitz.
5º Comprobar el juego de la rueda y su giro libre.
De esto no hay foto, porque implica movimiento.
6º Ver que el reloj funciona y todos tan contentos.
Espero que os haya gustado y que alguno haya aprendido algo más sobre cómo se colocan esas piedritas que tanto nos gustan
JOST
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