Para no ser menos, desde la Primera Comunión, a los 7 años. Si no recuerdo mal, era un QUARTZ, que no sé si sería la marca, pero era lo único que venía escrito en el reloj. Obviamente, era digital y bastante feo, la verdad, pero por aquella época era yo poco exigente en mis gustos. Murió en alguna inmersión piscinil y nunca más se supo. Reconozco que no lo extraño y que no lamento no conservarlo.