Hay una hora de la mañana en que yo siempre miro el reloj, las 8:00 am. Y da la puñetera casualidad de que casi nunca estoy donde debería estar, suelo estar nervioso perdido en un atasco y llegando tarde, como casi siempre, a la oficina.
Menos mal que el jefe llega aún mas tarde. :rofl::rofl::rofl: