Hombre es que es un reloj muy bonito. Es contundente pero elegante, tiene pinta de tener unos acabados preciosos visto al natural. La Olympus muy bonita también, me encantan las cámaras de esa época, con algunos automatismos pero mucha función manual todavía, y muy bonitas. Hacer fotos con ellas era otro mundo, sin la seguridad y la facilidad del digital, pero mira que se disfrutaba también con ellas en esa época. Y qué carajo, da gusto usarlas hoy día de vez en cuando para recuperar viejas sensaciones. Y parece que al reloj le ha gustado la cámara más que a mí, viendo las fotos, jejeje.
El reloj con esa pulsera de acero queda perfecto, como una roca pero con clase. Que lo disfrutes.
