Un nuevo ejemplo de por qué Patek Philippe está en lo más alto de la relojería mundial, el sumun, en LA CIMA DE LA RELOJERÍA MUNDIAL, acompañada de Vacherón, Lange y algunas otras. En 1989 conmemoraron su 150 aniversario con el archifamoso calibre 89, de 1728 piezas, de bolsillo. Ahora hacen lo propio con esta nueva joya. A parte de gustos, me apabulla la abalancha de sabiduría relojera, CALIDAD de materiales, diseño mecánico, montaje, etcetc, tradición, arte....volcados en esta pieza maestra que, efectivamente, no se puede comparar con los relojes normales. Es otra cosa. Para muchos algo carísimo, un valor económico. Para otros, algo feo... Para otros, algo aparatoso o complicado... Para muchos, un compendio de gran parte de lo mejor de la relojería mundial en la historia, condensado (increiblemente) en el espacio de una caja de reloj de pulsera. Me sigue pareciendo "posible" pintar un gran cuadro, hacer un rascacielos, fabricar un Boeing o hacer un coche con 16 cilindros y 1.000 CV, pero me sigue pareciendo IMPOSIBLE que unos hombres, maestros relojeros, puedan fabricar, montar y desmontar un mecanismo de ese tamaño con semejante cantidad (y calidad) de piezas, y que todo funcione a la perfección. ME MARAVILLA. La caja para mi gusto demasiado barroca, la esfera, las he visto más bonitas para mi gusto en otros Patek Gran Complicación, pero.....una pasada, sin palabras....
Mañana o pasado lo leeré más despacio, gracias por ponerlo.