Iosepus
New member
El Pen Show de Madrid acabó y todos nos lo hemos pasado muy bien. Ahora toca esperar al año que viene, aunque alguno viajará a tierras lejanas en busca de más plumas en otros acontecimientos similares...
Quiero ahora romper una lanza por otros aspectos del pen show. Sé bien que el objetivo fundamental de una feria como ésta es la de vender y hacer negocio, pero los visitantes --en oposición a los expositores-- también vamos a otras cosas. A un pen show, decía Sarj Minhas, se va a ver, a preguntar y a tocar plumas que en pocas ocasiones estarán a nuestro alcance, aunque no las podamos comprar. Y ese aprendizaje se hace tanto de los que exponen como de los demás visitantes.
Esa es la dimensión social del pen show: allí todos compartimos una afición y es fácil, lógico, pegar la hebra con cualquiera, compartir experiencias y darnos pistas sobre dónde encontrar esa pluma que buscamos como locos. Y el siguiente paso es el de compartir las experiencias y las plumas, recién adquiridas o no, con los demás. Esta vez, el Sr. Estilográficas quiso enseñarme unas adquisiciones recientes. Una Arthur Waterman entre ellas. Pero todo se había de hacer en precario, con el riesgo añadido de dejar caer tan preciadas joyas al suelo.
Todos sabemos que el Hotel Zurbano NH se quedó pequeño hace ya tiempo. Y todos hemos oído que la próxima edición el pen show se celebrará en otro lugar más espacioso. Espero que sea así.
Pero también me gustaría que se tuviera en cuenta esa dimensión social de la feria; de la feria como lugar de encuentros de aficionados a un objeto que demanda de todo menos prisas. Una mesas, unas sillas, incluso unos tinteros donde mojar unas plumas y hacer garabatos en un papel.... Todo eso contribuiría por ese efecto de contagio, de envidia, de descubrimiento deslumbrante a manos de un colega estilófilo, a aumentar las ventas.
Y que conste que yo me lo he pasado en grande en este pen show. Mi enhorabuena a los organizadores.
Saludos,
Iosepus
Quiero ahora romper una lanza por otros aspectos del pen show. Sé bien que el objetivo fundamental de una feria como ésta es la de vender y hacer negocio, pero los visitantes --en oposición a los expositores-- también vamos a otras cosas. A un pen show, decía Sarj Minhas, se va a ver, a preguntar y a tocar plumas que en pocas ocasiones estarán a nuestro alcance, aunque no las podamos comprar. Y ese aprendizaje se hace tanto de los que exponen como de los demás visitantes.
Esa es la dimensión social del pen show: allí todos compartimos una afición y es fácil, lógico, pegar la hebra con cualquiera, compartir experiencias y darnos pistas sobre dónde encontrar esa pluma que buscamos como locos. Y el siguiente paso es el de compartir las experiencias y las plumas, recién adquiridas o no, con los demás. Esta vez, el Sr. Estilográficas quiso enseñarme unas adquisiciones recientes. Una Arthur Waterman entre ellas. Pero todo se había de hacer en precario, con el riesgo añadido de dejar caer tan preciadas joyas al suelo.
Todos sabemos que el Hotel Zurbano NH se quedó pequeño hace ya tiempo. Y todos hemos oído que la próxima edición el pen show se celebrará en otro lugar más espacioso. Espero que sea así.
Pero también me gustaría que se tuviera en cuenta esa dimensión social de la feria; de la feria como lugar de encuentros de aficionados a un objeto que demanda de todo menos prisas. Una mesas, unas sillas, incluso unos tinteros donde mojar unas plumas y hacer garabatos en un papel.... Todo eso contribuiría por ese efecto de contagio, de envidia, de descubrimiento deslumbrante a manos de un colega estilófilo, a aumentar las ventas.
Y que conste que yo me lo he pasado en grande en este pen show. Mi enhorabuena a los organizadores.
Saludos,
Iosepus
Última edición: