Pues yo anduve durante unos cuantos años con un Speedmaster Reduced en la muñeba, que no es un reloj de un precio muy elevado, y la gente sí que se fijaba. De hecho, me ocurrió varias veces que alguien lo reconociese y, por un motivo u otro, entablase conversación a cuenta del reloj. También yo lo hice una vez: esperando mi bebida en un Starbucks (sí, lo siento), llega un tipo con el mismo reloj y el mismo Lacoste azul que llevaba yo. Hasta ahí bien, pero cuando pidió la misma bebida que yo, no pude evitar reírme y comentarlo con él, que también se rió.
Ahora bien, también una vez, en el Microcentro bonaerense, muy cerca de la calle Florida, me di perfecta cuenta de que un tipo se me quedaba mirando la muñeca, se levantaba y echaba a andar justo después de mi paso... no fue muy tranquilizador. Y no, no eran paranoias mías (de hecho, al final tuve que tomar contramedidas).
Por eso, no entiendo el planteamiento. Yo prefiero mil veces llevar relojes que no va a reconocer nadie. Eso no te libra de un problema, si te tiene que tocar, y si lo que me gustase fuean los pelucos de oro los llevaría, pero vamos que nunca voy a lamentarme de que la gente no se fije en mi reloj.