Estos Seiko de los años 60 y 70, calibre 7005 y derivados, antecesores de nuestros Seiko 5, son una maravilla. Un compendio de sencillez, fiabilidad y calidad, con la personalidad y estilo de la marca. Es quizá lo mejor de esta firma, capaz de hacer relojes económicos de verdad y también relojes carísimos, y todos, cada uno en su nivel, son Seiko de pies a cabeza y tienen calidad y toda la personalidad de la marca.
Y es verdad lo de que son capaces de seguir funcionando después de décadas de haber llevado una perra vida y sin mantenimiento, igual que los Orient, cuyos calibres desde el mítico 469 no dejan de ser derivados de los Seiko 7005 de 1969.
Los dos me gustan, quizá más el primero por la forma de la caja y el segundo por el color.
Además estos son Seiko Made in Japan, al ser vintage. Algo tan apreciado hoy día por muchos como el Made in Japan, es lo normal en relojes de aquella época. Por aportar algo más, el primero de los que has enseñado fue fabricado en concreto en la fábrica Daini Seikosha de Japón. En los años 50 Seiko separó la producción en dos fábricas, Daini, que ya existía, y Suwa, totalmente independientes en desarrollo y diseños, lo que fomentó una competencia entre ambas que dio lugar a que los Seiko alcanzasen un nivel de calidad muy alto, llegando en los años 60 a igualar y hasta superar a grandes marcas europeas a nivel internacional. El simbolito que lleva tu reloj encima de las seis es el de la fábrica Daini; el de los Seiko fabricados en Suwa era parecido, menos aplastado. En la cantidad casi infinita de relojes Seiko vintage de las décadas de los 60, 70 y 80 verás muchos Seiko con ambos distintivos, según la fábrica japonesa de Seiko donde los fabricasen. Es otra de las cosas que me gusta de Seiko, que por el número que viene en la tapa de la caja puedes saber en qué año y hasta en qué mes fue fabricado y por estos simbolitos hasta en qué lugar exactamente.