Quintiliano
New member
Hola a tod@s,
Esta pequeña historia sucedió hace algunos años.
Tuve durante un tiempo, un Profesor, a quien teníamos en mucha estima, que siempre llegaba tarde entre 8 y 10 minutos, a sus clases.
Yo pensaba que sería la típica cortesía académica: hay Profesores que te dejan unos minutos entre clase y clase, para tomarte un café... este señor, siempre llegaba tarde, más o menos unos 10 minutos.
Un día, por casualidad, me fijé en la esfera blanca de su reloj, y observo que atrasa diez minutos.
Al terminar la clase, se lo comento. El Profesor me cuenta que su reloj tiene más de 35 años, era un regalo de su mujer, y que "estaba viejo" y por eso probablemente atrasaba y lo tenía que poner en hora cada día...
Era un reloj de cuerda manual, de una marca común, gama media-baja, calibre suizo, de mediados de los años setenta.
Le dí la tarjeta de un buen relojero de mi ciudad y le comenté que si lo llevaba para hacer un mantenimiento (desmontaje, limpieza, aceitado, ajuste) el reloj recuperaría su funcionamiento original y que así no tendría que ponerlo en hora cada día.
No insistí más en el tema (ya sabéis que los relojistas somos muy sensibles a estas cosas pero la población en general no).
Pasado un tiempo desde aquella charla, pude comprobar que seguía llegando tarde, a todas sus clases, sus diez minutos de rigor.
Que cada uno saque sus propias conclusiones :he:
Saludos :jap:
Esta pequeña historia sucedió hace algunos años.
Tuve durante un tiempo, un Profesor, a quien teníamos en mucha estima, que siempre llegaba tarde entre 8 y 10 minutos, a sus clases.
Yo pensaba que sería la típica cortesía académica: hay Profesores que te dejan unos minutos entre clase y clase, para tomarte un café... este señor, siempre llegaba tarde, más o menos unos 10 minutos.
Un día, por casualidad, me fijé en la esfera blanca de su reloj, y observo que atrasa diez minutos.
Al terminar la clase, se lo comento. El Profesor me cuenta que su reloj tiene más de 35 años, era un regalo de su mujer, y que "estaba viejo" y por eso probablemente atrasaba y lo tenía que poner en hora cada día...
Era un reloj de cuerda manual, de una marca común, gama media-baja, calibre suizo, de mediados de los años setenta.
Le dí la tarjeta de un buen relojero de mi ciudad y le comenté que si lo llevaba para hacer un mantenimiento (desmontaje, limpieza, aceitado, ajuste) el reloj recuperaría su funcionamiento original y que así no tendría que ponerlo en hora cada día.
No insistí más en el tema (ya sabéis que los relojistas somos muy sensibles a estas cosas pero la población en general no).
Pasado un tiempo desde aquella charla, pude comprobar que seguía llegando tarde, a todas sus clases, sus diez minutos de rigor.
Que cada uno saque sus propias conclusiones :he:
Saludos :jap: