Los ingenieros viejos, los que aún somos ingenieros, tenemos un problema de comunicación, y es que en el mundo en el que vivimos, no nos enteramos de la misa la media porque vivimos en un espacio-tiempo en el que se manejan e interpretan las ciencias físicas y humanas con distintos puntos de vista y con ideas conceptuales diferentes a aquellas que nos inculcaron con sangre y con dolor y que no somos capaces de superar, y que nos empeñamos de jóvenes en aceptar con la ilusión de hecernos ingenieros, porque nos vendieron las maravillas de la ilusión.
Dos alternancias son un periodo.
Ahí queda eso, a ver quien me dice que nó.