Nico52
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Los precios de los relojes suizos no favorecen su comercialización. Lo que no tengo claro es si realmente estos precios son debido a tener que amortizar la investigación realizada, los materiales empleados, la tecnología punta,…… o bien a pagar patrocinios, publicidad y otros desmanes. ¿Podría realmente la relojería suiza ajustar los precios, aplicar economía de guerra,…?
Estos precios están a la altura del posicionamiento comercial que quieren transmitir las marcas. Un nivel por encima de los japoneses. ¿Es acertado?. Si se pretende buscar un público más elitista que puede pagarlo, sí que lo es. El problema está cuando aparecen más marcas, más modelos, suben los precios,……y el público es el mismo, y en algunos casos, con la economía mordida por la crisis.
Ahora bien, ¿cómo se interpretaría en el mercado un ajuste de precios a la baja?. Popularizar los relojes suizos, acercarlos a los japoneses, puede quitarles su áurea elitista y pensarse que “todos somos iguales”. A parte del público esto no terminaría por gustarle. (Otra parte, como nosotros, estaríamos encantados)
Estas contradicciones, estas disyuntivas en qué camino seguir puede conducir a la relojería suiza, al menos a las marcas peor posicionadas, a morir de éxito.
A mí al menos, me daría pena todo ese knowhow que pudiera perderse, aparte de la catástrofe económica que se originaria en el país haciendo sufrir a muchas personas. Ya superaron la crisis de los años 70, espero que volvieran a hacerlo.
Estos precios están a la altura del posicionamiento comercial que quieren transmitir las marcas. Un nivel por encima de los japoneses. ¿Es acertado?. Si se pretende buscar un público más elitista que puede pagarlo, sí que lo es. El problema está cuando aparecen más marcas, más modelos, suben los precios,……y el público es el mismo, y en algunos casos, con la economía mordida por la crisis.
Ahora bien, ¿cómo se interpretaría en el mercado un ajuste de precios a la baja?. Popularizar los relojes suizos, acercarlos a los japoneses, puede quitarles su áurea elitista y pensarse que “todos somos iguales”. A parte del público esto no terminaría por gustarle. (Otra parte, como nosotros, estaríamos encantados)
Estas contradicciones, estas disyuntivas en qué camino seguir puede conducir a la relojería suiza, al menos a las marcas peor posicionadas, a morir de éxito.
A mí al menos, me daría pena todo ese knowhow que pudiera perderse, aparte de la catástrofe económica que se originaria en el país haciendo sufrir a muchas personas. Ya superaron la crisis de los años 70, espero que volvieran a hacerlo.