Vamos con algunos:
Este Certina me lo regaló mi MDD poco después de casarnos. Lo llevé en la muñeca muchos años. Un buen día lo dejé en la joyería donde había sido comprado para que me lo restauraran y la cagaron de tal manera que ya no me lo he vuelto a poner. Está mas muerto que vivo.
Mi querido hermano me regaló este que te enseño ahora que no es del todo dorado pero amí me gusta una barbaridad. Lástima que su tamaño no case con las modas actuales.
Este ni me acuerdo como llegó a casa. Imagino que lo compraría a esta gente que anda por los bares vendiendo de todo. Os juro que el dorado le salía por las orejas, pero últimamente se me ha quedado "desconchao".
Este par de abueletes también son chapados en oro tal y como mandaban los canones de aquella época. Uno de mi padre y otro de un tío. Son dos joyitas que guardo com verdadero cariño.
Y por si me quedo corte con el tema de los doraos, te pongo el último que entró en la colección. Este ladrillo que le compré al Tao y que no me pongo casi por que resulta de los mas cantarín que se haya visto. Casi ná, con más de 5 cm de caja, casi ná.
Ala, ya estan todos. Bueno, queda alguno en la UVI pero esos ya los enseñaré otro día.