Dice cosas muy interesantes, algunas más o menos sabidas, pero con un enfoque un poco diferente. Al final, dice que si miras constantemente el reloj en una reunión, transmites la idea de que tienes prisa por acabar. Lo que yo suelo hacer en esos casos, si quiero saber la hora, es mirar disimuladamente el reloj de mi interlocutor. Evito hacer el gesto de mirar mi muñeca, que es mucho más evidente.