Y después de una larga espera, esta tarde por fin el Dogma Prima 15 rubís que mi padre recibió como regalo cuando era un crío de 12 años ha vuelto a la vida. Tenía la caja y el volante de inercia rotos. Nada más recogerlo, no he podido resistirme y me lo he puesto. Me hacía muchísima ilusión poder lucirlo en mi muñeca. Ya le he dicho a mi padre que... lo verá pero no lo catará.
	
	
	
		
		
		
			
		
		
	
	
		
	
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