No había visto la IoPenna. Es muy extraña, en algunas fotos aparece curvada, y en otras se ve recta. Supongo que la apuesta del arquitecto es una pluma de material flexible. No le veo mayor interés, nunca he sentido que necesite que una pluma o un pincel necesiten otra cosa que una estructura rígida y bien equilibrada. Veo puntos de equilibrio muy raros.
O funciona espectacularmente bien, porque este arquitecto ha entendido como nadie el funcionamiento de la mano a la hora de agarrar una pluma para usarla, o es una curiosidad que rara vez se dobla.
Estoy pensando que muchos arquitectos de renombre se limitan a trazar unas líneas y a llevar su "estudio" a su despacho para que lo desarrollen. ¿Crees que podría ser el caso?
Las declaraciones de Pesce son un ejemplo perfecto de discurso pomposo justificando lo arbitrario.
"He pensado en los jóvenes al hacer esta pluma, que busca estar más cerca del espíritu de nuestro tiempo que está hecho de nuevos materiales coloridos que seducen y que recuerdan la morbidez del cuerpo." Impagable. El capuchón representa, al parecer, la cabeza de un delfín, y el clip
"recuerda a un perfil humano y acentúa el aspecto más sugestivo e íntimo de esta pluma." El cuerpo, efectivamente, es de resina blanda, y se mantiene "erecto" mientras se escribe. Bajo presión se dobla con facilidad. Ignoro la finalidad. Es más, conociendo el comportamiento de este tipo de materiales, apostaría a que, después de quedar una noche dentro de una cartera con el cuerpo algo flexionado, será un imposible devolverle la forma. Un sinsentido de diseño industrial. No se trata de poner en cuestión un arquetipo para buscar una solución mejor (¿por qué el clip es siempre una lámina metálica que funciona por presión elástica? Le doy mil vueltas y acabo proponiendo un nuevo sistema de enganche o una mejora...), sino de hacer incómoda y casi inútil una pieza fundamental para satisfacer un criterio de fuegos de artificio. El sistema de cierre magnético que lleva la Rembrandt, por ejemplo, está por ver si mantendrá su eficacia después de 25 años. Los cierres por clic de presión y de rosca ya han demostrado que sí. Pero, por lo menos, es una solución nueva.
Como dices, el método de cuatro trazos "geniales" en una servilleta y que otros en el estudio lo desarrollen y resuelvan los problemas, es más que frecuente. En este caso me da la sensación de que ni eso.
En oriente, y más particularmente en Japón, el diseño de lo utilitario (mobiliario, herramientas, cerámica, forja, etc...) sigue un proceso de depuración y mejora a lo largo de siglos, y al final llegan a resultados altamente eficaces, de estética elegantísima. Y esa adecuación bella genera poética. En occidente nuestros relojes fueron un buen ejemplo de esa manera de afrontar el diseño industrial: durante siglos fueron mejorando técnicamente y depurando sus formas. Pero hace ya demasiado que en la mezcla de técnica y arte, en general, hemos optado po empezar por el final: creamos una declaración poética y la utilizamos para validar, siempre en un espacio literario, no técnico, propuestas arbitrarias autocomplacientes con fallos escandalosos en la elección de materiales, procesos técnicos, elaboración formal y adecuación a la finalidad. El desprecio absoluto al principio, que tú tanto quieres, de que
la forma se supedita a la función.
Tema enjundioso para nuestro filosoforo :wink2: :he::he::he:
Perdón por el ladrillo!