Hay que ver, por muchas fotos de restauraciones que ponga el maestro en el foro, el resultado siempre es impactante. El reloj era ya bonito, como muchos de su época, que son los que más me gustan, pero es sorprendente lo absolutamente precioso que ha quedado tras la restauración. Es curioso, los relojes de esa época son muy parecidos en lineas generales unos a otros, no había quizá tanta variedad de tipos, formas, colores, tamaños, especialidades de reloj como hoy día (al menos en las muñecas de nuestros abuelos), pero lo curioso y bonito es que parece que casi no hay dos iguales. Con guillochés distintos (parece que había infinitos diseños de guilloché ), números e índices ligeramente diferentes, detalles en las cajas o las agujas, al final parece que casi no hay dos vintage con segundero a las seis que sean iguales.
Una vez más, enhorabuena al restaurador y al que lo va a disfrutar.