Centro Relojero Pedro Izquierdo

Confesiones: ¿ Cual es la mayor chapuza relojera que habéis hecho?

Dr Lobo

Well-known member
Preferentemente exitosa, porque de las otras... mejor no hablar.:oops: Daremos ejemplo.

Cuando adquirí mi Seiko Sumo al acortar el armis me encontré con el problema de los malditos casquillos de los pasadores, de hecho el Sumo se cayó desde metro y medio de altura con la única consecuencia de que se soltó el tornillo del rotor. Al final mas cabreado que un gorila con hemorroides, busqué unos clips de acero que entraban muuuuy justos, acto seguido los partí forzándolos en lo extremos y ahí siguen desde hace mas de cuatro años. Eso sí, no hay quien los saque. Al no sobresalir habría que mirar el armis con lupa.:scrito:
 

jvirago

Active member
Pues yo debo mi afición ala chapuza que cometí en su momento. Localicé el foro buscando en internet como cambiar la cuerda a un despertador. El maestro Pedro me dijo que era un despertador Titán y que él me iba a ir diciendo todos los pasos que debía seguir. Poco a poco desmonté todo, hice la limpieza, el afeitado y llegó la hora de montarlo. Fui montando las ruedas,volante,áncora.... y llegó la hora de montar la cuerda nueva. Estaba avisado por Pedro para que no me equivocara pero evidentemente, me equivoqué. Al darme cuenta, echè mil juramentos y me decidí a empezar de nuevo el montaje. Aflojè los tornillos de las dos pletinas que sujetan las ruedas de un despertador sin quitar la fuerza de la cuerda nueva y al aflojar se giró todo el mecanismo partiendo los pivotes de varias ruedas. Muchos más juramentos en ese momento. Al final comprè otro despertador para piezas y luego otro para arreglar el segundo y gracias a esa chapuza me aficioné y debo tener más de 50 despertadores.

Un saludo. Jvirago.
 

Mr. Bones

Well-known member
Chapucera profesional, debería decir mi tarjeta de presentación.
Desarmé cientos y cientos de relojes.
Pero que volvieron a andar... dos docenas ¡ jajajaj !
El peor peorísimo fue el reloj de una amiga, un Tressa. Se lo destrocé... Rompí tres veces el eje de volante maldito y luego al colocar las agujas torcí el eje... al final el reloj terminó en la mesa de un relojero como debe ser. Y el arreglo lo pagué de mi bolsillo.
 
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