• NORMAS PARA EL SUB-FORO "TERTULIA"

    A partir de la fecha 22/01/2012 en este sub-foro -además de las Normas Generales-, regirán las siguientes normas particulares:

    1. Los temas que se creen, serán como se indica en la descripción del subforo, para DEBATIR y OPINAR sobre temas que no estén relacionados con la relojería.

    2. Si un usuario crea un tema concreto (por ej. "Mi colección de sellos"), todos los demás aportes de dicha temática que realice, deberá hacerlos bajo el mismo hilo que inició, evitando dispersar multitud de aportes idénticos en el sub-foro. De no realizarlo de ese modo, el Staff procederá directamente a su borrado, sin más.

    3. No se permitirá la creación de temas sin sentido, de escaso interés colectivo, o cuya nula generación de debate haya ya sido comprobada con anterioridad (como por ej.: datos estadísticos, cotizaciones, frases célebres, refranes, efemérides y similares).

    4. Las intervenciones en este sub-foro NO computarán en el contador de intervenciones de los usuarios.

    5. FdR se reserva el derecho de ampliar estas normas en cualquier momento y sin previo aviso.

Centro Relojero Pedro Izquierdo

Un testamento macabro

DIAMANTEPURO

New member
Hola amigos del foro.

Como vosotros habéis leído en mi presentación, una de mis aficiones es "LA FILATELIA",
también incursiono en la numismática.
Les contaré una historia, de la vida real.

La historia es real. He cambiado únicamente los nombres de la localidad y de los
protagonistas para proteger su privacidad.
Harold Steinman residía en St. Louis, Missouri, donde había logrado alcanzar una holgada
posición económica gracias a sus excepcionales habilidades como vendedor de seguros.
Rondaba los 57 años, vivía en una hermosa casa de los suburbios con Rosemary, su joven
esposa, 25 años menor que el , con la que se había casado hacía apenas ocho años, siendo
ya un hombre maduro, pero un soltero codiciado gracias a su buena posición económica.
Se mantenía esbelto gracias a los ejercicios físicos, a los que se dedicaba con el mismo
entusiasmo que a la filatelia.
Para ambos fue su primer matrimonio. No habían tenido hijos.
Harold era un "habitué" de las sesiones del club filatélico local, donde había llegado a ocupar
las funciones de vicepresidente. Fue allí donde conoció a Mark, un joven simpático, soltero
de unos 35 años, quien repartía su tiempo entre el cuerpo de bomberos del cual era
miembro,y los sellos. A pesar de la diferéncia de edades y de posición económica,entre
Harold y Mark se desarrolló rápidamente una empatía reforzada por la pasión que ambos
sentían por los sellos.

La colección de Harold , empezada a muy temprana edad, había ido evolucionando para
finalmente dedicarse exclusivamente a los sellos de los Estados Unidos, los cuales
coleccionaba en bloques de cuatro.
Harold, un perfeccionista, solo admitía en su colección piezas cercanas a lo perfecto.
Sus series, Colombina de 1893, la de la exposición Trans-Mississipi de 1898, la emisión
de la exposición Panamericana de 1901 y sus "zeppelines" habian sido la admiración de
los visitantes la única vez que aceptó exponer sus sellos en una muestra no competitiva
celebrada en el club y ponían verdes de envídia a los ocasionales visitantes del
"sanctum sanctorum" de su casa donde mantenía su colección de sellos.
La colección de Mark llevada con igual pasión pero con menos recursos, estaba formada
por piezas mucho mas modestas, en su mayoría usadas, y en ella, como es de suponer,
faltaban todas las piezas clave de cualquier colección de los EE.UU., especialmente los
valores altos de series costosas.

Con el paso de los años la amistad entre Harold y Mark se hizo cada vez mas estrecha
y éste se convirtió en visitante regular de la casa de Harold, donde el tema recurrente
de sus conversaciones era, como es de suponer , los sellos.

Dos hechos incidieron sobre la vida de estos dos personajes:
Primero, aunque no necesariamente en ese orden, la joven esposa de Harold y el buen mozo de Mark
comenzaron a hacerse "gestos simpáticos" y a Harold le descubrieron una grave enfermedad
en estado muy avanzado.

La enfermedad de Harold le dio a Mark una razon adicional para visitarle, ocasiones
que aprovechaba para mantener encendido su "affaire" con Rosemarie.
Aunque Harold se dio cuenta de que Mark y su esposa "se entendían", su
salud cada día mas precaria le impedía emprender acciones para cortar esa relación.
El desenlace por fin llegó y, como es natural, MarK estuvo desde el principio en la
funeraria, acompañando a la joven viuda.

Al ser expuesto el cadáver, Mark vio con ojos incrédulos que la magnífica colección de
sellos de Harold, que tan bien conocía, estaba en el ataúd descansando sobre su pecho.


En medio de su consternación Mark hizo un aparte y le preguntó a la viuda la razón de aquello.
Esta le informó que así estaba establecido en el testamento de Harold.
Como último recurso se acercó a otro de los miembros del club, que, en su condición
de abogado y amigo de Harold era quien había manejado el tema del testamento.

Su información fue contundente: un testamento es la última voluntad de una persona
y en éste caso nada se podía hacer a menos que mediara una sentencia de un juez
quien era el único que podía anular el testamento, esto, si se le presentaban argumentos
suficientemente sólidos, pero en éste caso no consideraba que hubiera la mas mínima
posibilidad de lograr la anulación de tal disposición.

Dos días después, y cumpliendo también con su disposición testamentaria, el cadaver
de Harold fue cremado, y con él la colección de sellos.

El albacea entregó una carta a Mark, luego de las exequias que decía:
"Nada puedo hacer para impedir que te quedes con mi esposa, pero no te vas a quedar
también con mi colección de sellos". Harold.


Esta interesante historia, es parte de las muchas que tengo para contarles, espero
haya sido de vuestro interés.
Bendiciones para todos.
Roberto.
 

Alphonse P.

Supermoderator,
"Nada puedo hacer para impedir que te quedes con mi esposa, pero no te vas a quedar
también con mi colección de sellos". Harold.

Estoy seguro (y hablo como coleccionista) que le habría dolido mas que se quedaran con su colección...:rules::rules::rules:

Buena historia DIAMANTEPURO:yes: Saludos!!!:great:
 

Tirano

Active member
Las carcajadas de Harold desde la tumba aún resuenan en la cabeza de Mark... :666::666:

Muy buena historia, gracias por compartirla!
 

psicoac

Active member
Curioso, sí que sí ... :guay:
Además la voluntad fue que quedara expuesta encima de él para regocijo y jolgor del finado ... a eso se le llama ser "sibilino" el buen hombre ... :666:
Gracias y saludos
 

Fildi

New member
Que bueno. Me ha gustado mucho. Algunos se habrán sentido identificados con Mark y otros con Harold.
 
Arriba