Erich Hartmann
New member
Todo empezó cuando compre un libro que hablaba de varias marcas de relojes y su historia (Wristwaches de Gilbert L. Brunner y Christian Pfeiffer- Belli), en la página 247 me encontré un calibre tan bonito, tan perfecto que me arranco los suspiros, era el calibre L 951.1 y pertenecía a un reloj de una marca alemana llamada A.Lange & Sönhe, inmediatamente comencé a investigar sobre la marca y entre más investigaba más me encantaba, fue fundada en 1845 por Ferdinand Adolph Lange en la pequeña ciudad alemana de Glashütte (Sajonia), alumno del gran Johann Friedrich Gutkaes que era un relojero también famoso más allá de las fronteras del país. En su conocida fábrica de relojes artísticos de Dresde Gutkaes realizaba cronómetros de bolsillo que, debidos a su precisión, se utilizan en todo el mundo para medir el tiempo también en las observaciones astronómicas. En 1842, poco antes de su nombramiento como relojero de la Corte, realiza junto con su oficial uno de los hasta hoy más famosos relojes del mundo: el Reloj de Cinco Minutos de la Ópera Semper de Dresde.
Calibre L 951.1
Johann Friedrich Gutkaes
Ferdinand Adolph Lange
Este joven, al que Gutkaes contrata como aprendiz en el año 1830 a la edad de 15 años debido a su talento relojero, es Ferdinand A. Lange. Impresionado por su destreza artesanal y por su enorme aplicación, le permite que estudie a fondo la fabricación de los relojes de precisión. Tras acabar con éxito su aprendizaje y trabajar dos años como oficial con Gutkaes, Ferdinand A. Lange emprende un viaje a través de Francia, Inglaterra y Suiza.
Reloj de Cinco Minutos de la Ópera Semper de Dresde.
El 7 de diciembre de 1845, Ferdinand A. Lange hace realidad el sueño de tener su propia manufactura y funda el primer taller de producción de los relojes de bolsillo.
No es un azar que elija para su establecimiento el apartado pueblecito de Glashütte.
Su intención era ofrecer nuevas perspectivas a las personas que, por el desmantela-miento de la minería, habían perdido las bases de su existencia. Y les reconoce sobre todo su infatigable aplicación, su habilidad artesanal y su riqueza inventiva.
Emplea a 15 aprendices, les forma como relojeros y fomenta su especialización en ciertos sectores como la fabricación de piñones, barriletes y agujas. Durante los siguientes años, continúa desarrollando la relojería de precisión con sus ideas. Introduce en la relojería el sistema métrico y el torno de relojero de Glashütte y desarrolla la platina tres cuartos para mejorar la estabilidad del mecanismo – una invención que todavía hoy sigue siendo el elemento de acoplamiento de la mayoría de los relojes de Lange.
En 1851 Lange llevó sus relojes a la Exhibición de Londres y ganó el primer premio. Comenzaron a desarrollarse industrias artesanales alrededor de la manufactura con artesanos especializados, que trabajaban exclusivamente para Lange, incluyendo Madam Mertsching, la primera aprendiz especializada en dorado. Emil y Richard, los dos mayores de los siete hijos de Adolph, entraron en el negocio como socios, y consecuentemente el nombre cambió a A. Lange & Söhne.
Reloj para el Káiser Guillermo II
Cuando Ferdinand A. Lange muere en 1875, deja como legado al mundo de la relojería de precisión inventos revolucionarios y legendarios relojes y a sus hijos una empresa floreciente. A su muerte en Lange había dado la vuelta al destino de Glashütte, con un quinto de sus habitantes trabajando para él.
Tan sólo tres años más tarde se fundó la prestigiosa Escuela Alemana de Relojería, confirmando así a Glashütte como centro relojero de Alemania. Masón, obseso del trabajo, profundamente devoto, patriótico y a la vez humilde, Lange rechazó el título que le ofreció el rey de Sajonia.
El inicio de la Primera Guerra Mundial supuso el declive de la demanda de cajas de oro, y Emil tuvo que despedir un gran número de trabajadores debido al cierre de fronteras con Suiza. Descorazonado por la presencia en Glashütte de la factoría DPUG, que fabricaba relojes en serie con maquinaria de última generación, Emil cedió el mando en 1919 a sus hijos Otto, Rudolf y Gerhard. Un nuevo bofetón llegó en 1924, año en el que se levantó el veto a los relojes suizos y el mercado se inundó con modernos relojes de pulsera hechos a máquina.
Los hermanos de la tercera generación Lange eran más pragmáticos y en 1920 lanzaron un reloj de 43 mm barato con el nombre de su segunda marca, OLIW. Desafortunadamente la crisis de los años 20 fue otro palo en la rueda, ya que la falta de una divisa fuerte hizo aumentar el precio del reloj día tras día. Un testigo definió así la apremiante situación en 1928: “Los Lange no quieren abandonar la noble tradición de los relojes de precisión… Ahora mismo se está fabricando un reloj ‘barato (…) Es mejor llegar a un acuerdo y salvar lo que tenga valor que caminar a una gloriosa muerte”
Otto Lange tercera generación.
En 1935 los nacionalsocialistas se hicieron con el poder en Alemania y los cuadros militares impusieron su presencia para engrasar la maquinaria de guerra alemana. Aunque ninguno de los hermanos fue nunca miembro del partido, la demanda de cronómetros marinos, relojes de observación y los famosos relojes de piloto Flieger mantuvieron la compañía a flote. Los relojes de piloto Waffen-SS, desarrollados según especificaciones de la Werhmacht para la Luftwaffe, estaban equipados con un calibre 48.1 y para 1945 la producción alcanzó las 7,000 unidades al año.
Cronometro marino.
Reloj para piloto de la Luftwaffe.
Quizá el capítulo más triste de la saga Lange fue el bombardeo de Glashütte el 8 de mayo de 1945 por aviones rusos que intentaban alcanzar una división de panzers en retirada. Irónicamente el 8 de mayo fue el Día de la Victoria en Europa, pero los talleres de Lange junto con toda su maquinaria fueron arrasados unas horas antes del anuncio. Sajonia se convirtió en zona ocupada por los soviéticos, quienes consideraron adecuado confiscar las propiedades de Lange, no sin antes permitirles reconstruir la factoría. 102 años de independencia llegaron a un abrupto final y todas las firmas de Glashütte se unieron en una ‘empresa del pueblo’, la VEB Glashütter Uhrenbetriebe (GUB).
Relojes de la Glashütter Uhrenbetriebe (GUB)
El heredero.
Walter Lange, nacido en 1924 e hijo de Rudolf Lange y bisnieto del fundador, se formó en Austria como relojero, pero en 1942 la Wehrmacht lo movilizóal frente oriental. Herido en 1945, el hospital militar al que fue trasladado fue atacado por tropas soviéticas, lo que le obligó a huir a Danzig escondido en carromatos de refugiados civiles. Los soviéticos avanzaban y Walter fue llevado a Copenhague y finalmente trasladado de vuelta a Sajonia en un tren hospital.
De vuelta a casa, Walter se convirtió en un valioso activo para los soviéticos, deseosos de hacerse con sus conocimientos tecnológicos. Walter tuvo que documentar e ilustrar la construcción del calibre 48, el reloj de piloto que los rusos querían producir junto con el cronómetro B y el marino.
En 1948 fue invitado a unirse al Partido Comunista, invitación que declinó. Eso significaba otra cordial invitación, esta vez a las minas de uranio; Walter no tuvo otra alternativa que huir al oeste y finalmente se estableció en Pforzheim, trabajando para diferentes empresas relojeras.
El 7 de diciembre de 1990, se hace realidad para Walter Lange un sueño para el que tuvo que esperar más de 40 años hasta poder cumplirlo: registra de nuevo la marca
A. Lange & Söhne y funda otra vez la empresa exactamente el mismo día aunque 145 años después de que su bisabuelo Ferdinand A. Lange pusiera la primera piedra en Glashütte de la relojería de precisión alemana.
Tras la caída del Muro de Berlín, Walter Lange aprovecha en 1990 la ocasión para convertir esta leyenda de nuevo en reloj. Comienza inmediatamente con el desarrollo y la fabricación de los primeros relojes de Lange de la nueva era. Al igual que su bisabuelo, emplea también a la gente de Glashütte y se basa en su visión de aspirar a fabricar “los mejores relojes del mundo”.
El 24 de Octubre de 1994 en el Real Palacio de Dresden se lanza al mercado de la alta relojería
cuatro modelos de A. Lange & söhne: el LANGE 1, el ARKADE, el SAXONIA, y el TOURBILLON “POUR LE MERIT”.
Walter Lange recibe el Orden del Mérito de Sajonia en 1988.
Desde ese día A. Lange & Söhne a desarrollado más de 40 calibres propios, sus relojes tienen una calidad induscutible en cuanto a manofactura, después de construidos se prueba, luego se vuelven a desarmar y se graban a mano, luego se vuelven a armar, se vuelven a probar y finalmente salen a la venta, la platina de los Lange & Söhne está hecha de plata alemana (no se si todos pero al menos el zeitwerk si), tienen rotores y engastes en oro.
El Lange I Tourbillon Calendario Perpetuo es de los relojes mas complicados que tiene A. Lange & Söhne, tiene 624 componentes.
Tambien tiene un departamento de relojes históricos, donde se pueden restaurar los relojes A. Lange & Söhne antiguos, en 2001 recibieron un raro ejemplar en pésimas condiciones
era un Grande Complication 42500 de bolsillo, fabricado en 1902, en 1902, su primer propietario, un vienés llamado Heinrich Schäfer, lo compró por 5.600 marcos de oro, que, según el libro Grande Complication, es lo que habría costado en el momento una villa en las cercanías de Dresde.
La restauración llevo 5,000 horas de trabajo, 4 personas años y costo 2.3 millones de dolares, increíblemente a la dueña del reloj no se le cobro, el trabajo se había realizado por el orgullo de las cosas bien hechas, como siempre se ha hecho en A. Lange & Söhne.
Por esto y por muchas cosas A. Lange & söhne es la marca de relojes que más me gusta, como una película se creó, empezó el éxito, tuvo problemas, desapareció y regreso triunfalmente.
http://www.alange-soehne.com/
Aquí pueden descargar el catalogo en español.
http://www.alange-soehne.com/catalog_loader/index.php?lang=SP
Gracias por llegar hasta aquí.
Calibre L 951.1
Johann Friedrich Gutkaes
Ferdinand Adolph Lange
Este joven, al que Gutkaes contrata como aprendiz en el año 1830 a la edad de 15 años debido a su talento relojero, es Ferdinand A. Lange. Impresionado por su destreza artesanal y por su enorme aplicación, le permite que estudie a fondo la fabricación de los relojes de precisión. Tras acabar con éxito su aprendizaje y trabajar dos años como oficial con Gutkaes, Ferdinand A. Lange emprende un viaje a través de Francia, Inglaterra y Suiza.
Reloj de Cinco Minutos de la Ópera Semper de Dresde.
El 7 de diciembre de 1845, Ferdinand A. Lange hace realidad el sueño de tener su propia manufactura y funda el primer taller de producción de los relojes de bolsillo.
No es un azar que elija para su establecimiento el apartado pueblecito de Glashütte.
Su intención era ofrecer nuevas perspectivas a las personas que, por el desmantela-miento de la minería, habían perdido las bases de su existencia. Y les reconoce sobre todo su infatigable aplicación, su habilidad artesanal y su riqueza inventiva.
Emplea a 15 aprendices, les forma como relojeros y fomenta su especialización en ciertos sectores como la fabricación de piñones, barriletes y agujas. Durante los siguientes años, continúa desarrollando la relojería de precisión con sus ideas. Introduce en la relojería el sistema métrico y el torno de relojero de Glashütte y desarrolla la platina tres cuartos para mejorar la estabilidad del mecanismo – una invención que todavía hoy sigue siendo el elemento de acoplamiento de la mayoría de los relojes de Lange.
En 1851 Lange llevó sus relojes a la Exhibición de Londres y ganó el primer premio. Comenzaron a desarrollarse industrias artesanales alrededor de la manufactura con artesanos especializados, que trabajaban exclusivamente para Lange, incluyendo Madam Mertsching, la primera aprendiz especializada en dorado. Emil y Richard, los dos mayores de los siete hijos de Adolph, entraron en el negocio como socios, y consecuentemente el nombre cambió a A. Lange & Söhne.
Reloj para el Káiser Guillermo II
Cuando Ferdinand A. Lange muere en 1875, deja como legado al mundo de la relojería de precisión inventos revolucionarios y legendarios relojes y a sus hijos una empresa floreciente. A su muerte en Lange había dado la vuelta al destino de Glashütte, con un quinto de sus habitantes trabajando para él.
Tan sólo tres años más tarde se fundó la prestigiosa Escuela Alemana de Relojería, confirmando así a Glashütte como centro relojero de Alemania. Masón, obseso del trabajo, profundamente devoto, patriótico y a la vez humilde, Lange rechazó el título que le ofreció el rey de Sajonia.
El inicio de la Primera Guerra Mundial supuso el declive de la demanda de cajas de oro, y Emil tuvo que despedir un gran número de trabajadores debido al cierre de fronteras con Suiza. Descorazonado por la presencia en Glashütte de la factoría DPUG, que fabricaba relojes en serie con maquinaria de última generación, Emil cedió el mando en 1919 a sus hijos Otto, Rudolf y Gerhard. Un nuevo bofetón llegó en 1924, año en el que se levantó el veto a los relojes suizos y el mercado se inundó con modernos relojes de pulsera hechos a máquina.
Los hermanos de la tercera generación Lange eran más pragmáticos y en 1920 lanzaron un reloj de 43 mm barato con el nombre de su segunda marca, OLIW. Desafortunadamente la crisis de los años 20 fue otro palo en la rueda, ya que la falta de una divisa fuerte hizo aumentar el precio del reloj día tras día. Un testigo definió así la apremiante situación en 1928: “Los Lange no quieren abandonar la noble tradición de los relojes de precisión… Ahora mismo se está fabricando un reloj ‘barato (…) Es mejor llegar a un acuerdo y salvar lo que tenga valor que caminar a una gloriosa muerte”
Otto Lange tercera generación.
En 1935 los nacionalsocialistas se hicieron con el poder en Alemania y los cuadros militares impusieron su presencia para engrasar la maquinaria de guerra alemana. Aunque ninguno de los hermanos fue nunca miembro del partido, la demanda de cronómetros marinos, relojes de observación y los famosos relojes de piloto Flieger mantuvieron la compañía a flote. Los relojes de piloto Waffen-SS, desarrollados según especificaciones de la Werhmacht para la Luftwaffe, estaban equipados con un calibre 48.1 y para 1945 la producción alcanzó las 7,000 unidades al año.
Cronometro marino.
Reloj para piloto de la Luftwaffe.
Quizá el capítulo más triste de la saga Lange fue el bombardeo de Glashütte el 8 de mayo de 1945 por aviones rusos que intentaban alcanzar una división de panzers en retirada. Irónicamente el 8 de mayo fue el Día de la Victoria en Europa, pero los talleres de Lange junto con toda su maquinaria fueron arrasados unas horas antes del anuncio. Sajonia se convirtió en zona ocupada por los soviéticos, quienes consideraron adecuado confiscar las propiedades de Lange, no sin antes permitirles reconstruir la factoría. 102 años de independencia llegaron a un abrupto final y todas las firmas de Glashütte se unieron en una ‘empresa del pueblo’, la VEB Glashütter Uhrenbetriebe (GUB).
Relojes de la Glashütter Uhrenbetriebe (GUB)
El heredero.
Walter Lange, nacido en 1924 e hijo de Rudolf Lange y bisnieto del fundador, se formó en Austria como relojero, pero en 1942 la Wehrmacht lo movilizóal frente oriental. Herido en 1945, el hospital militar al que fue trasladado fue atacado por tropas soviéticas, lo que le obligó a huir a Danzig escondido en carromatos de refugiados civiles. Los soviéticos avanzaban y Walter fue llevado a Copenhague y finalmente trasladado de vuelta a Sajonia en un tren hospital.
De vuelta a casa, Walter se convirtió en un valioso activo para los soviéticos, deseosos de hacerse con sus conocimientos tecnológicos. Walter tuvo que documentar e ilustrar la construcción del calibre 48, el reloj de piloto que los rusos querían producir junto con el cronómetro B y el marino.
En 1948 fue invitado a unirse al Partido Comunista, invitación que declinó. Eso significaba otra cordial invitación, esta vez a las minas de uranio; Walter no tuvo otra alternativa que huir al oeste y finalmente se estableció en Pforzheim, trabajando para diferentes empresas relojeras.
El 7 de diciembre de 1990, se hace realidad para Walter Lange un sueño para el que tuvo que esperar más de 40 años hasta poder cumplirlo: registra de nuevo la marca
A. Lange & Söhne y funda otra vez la empresa exactamente el mismo día aunque 145 años después de que su bisabuelo Ferdinand A. Lange pusiera la primera piedra en Glashütte de la relojería de precisión alemana.
Tras la caída del Muro de Berlín, Walter Lange aprovecha en 1990 la ocasión para convertir esta leyenda de nuevo en reloj. Comienza inmediatamente con el desarrollo y la fabricación de los primeros relojes de Lange de la nueva era. Al igual que su bisabuelo, emplea también a la gente de Glashütte y se basa en su visión de aspirar a fabricar “los mejores relojes del mundo”.
El 24 de Octubre de 1994 en el Real Palacio de Dresden se lanza al mercado de la alta relojería
cuatro modelos de A. Lange & söhne: el LANGE 1, el ARKADE, el SAXONIA, y el TOURBILLON “POUR LE MERIT”.
Walter Lange recibe el Orden del Mérito de Sajonia en 1988.
Desde ese día A. Lange & Söhne a desarrollado más de 40 calibres propios, sus relojes tienen una calidad induscutible en cuanto a manofactura, después de construidos se prueba, luego se vuelven a desarmar y se graban a mano, luego se vuelven a armar, se vuelven a probar y finalmente salen a la venta, la platina de los Lange & Söhne está hecha de plata alemana (no se si todos pero al menos el zeitwerk si), tienen rotores y engastes en oro.
El Lange I Tourbillon Calendario Perpetuo es de los relojes mas complicados que tiene A. Lange & Söhne, tiene 624 componentes.
Tambien tiene un departamento de relojes históricos, donde se pueden restaurar los relojes A. Lange & Söhne antiguos, en 2001 recibieron un raro ejemplar en pésimas condiciones
era un Grande Complication 42500 de bolsillo, fabricado en 1902, en 1902, su primer propietario, un vienés llamado Heinrich Schäfer, lo compró por 5.600 marcos de oro, que, según el libro Grande Complication, es lo que habría costado en el momento una villa en las cercanías de Dresde.
La restauración llevo 5,000 horas de trabajo, 4 personas años y costo 2.3 millones de dolares, increíblemente a la dueña del reloj no se le cobro, el trabajo se había realizado por el orgullo de las cosas bien hechas, como siempre se ha hecho en A. Lange & Söhne.
Por esto y por muchas cosas A. Lange & söhne es la marca de relojes que más me gusta, como una película se creó, empezó el éxito, tuvo problemas, desapareció y regreso triunfalmente.
http://www.alange-soehne.com/
Aquí pueden descargar el catalogo en español.
http://www.alange-soehne.com/catalog_loader/index.php?lang=SP
Gracias por llegar hasta aquí.