Borrego (me sabe mal referirme a ti con este pseudónimo, lo veo un tanto peyorativo) no había visto tu mensaje hasta hoy.
La discusión se centra en ese, según tú, viaje del marxismo al liberalismo. Bueno, todos de alguna manera u otra hemos sido más progresistas de jóvenes que de adultos. Además veo más que evidente en la sociedad actual hay más viajes desde posiciones de izquierdas a conservadoras, que lo contrario ¿anecdótico? (por favor es una observación sociológica, no quisiera entrar en un debate de ideas políticas).
La coherencia de Vargas Llosa, la veo que dentro de su liberalismo (hace ya más de 20 años que se presentó a los comicios en su país natal) no se ha alineado cual miembro de un partido político, es decir, sus ideas han sido por encima de cualquier sigla, puse el ejemplo del PP y UpyD, y eso me agrada de él. Hay ejemplos en la izquierda de esa coherencia ética o moral, esa coherencia que hoy en día encorsetados en los partidos políticos muchas personas pierden.
Dejamos en el albero su perfil no progesista frente a la academia, has citado ejemplos muy buenos aunque un tanto antiguos, bien sabes que las últimas dos décadas el perfil de persona comprometida ha valido mucho en las decisiones de los Nobel y por eso me sorprendió la decisión de este año.
De lo que estamos de acuerdo es de su calidad, y eso, nadie en nuestro país lo ha discutido. Por cierto, el próximo mes aparecerá su última obra ¡¡¡menuda coincidencia!!! Su editorial debe estar frotándose las manos. Un saludo.