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Centro Relojero Pedro Izquierdo

Afeitado clásico: conceptos básicos

Rafael Sevilla

New member
El Afeitado clásico y tradicional: Conceptos básicos


1.- AFEITADO CLÁSICO vs AFEITADO MODERNO

Descubrir el placer del afeitado clásico y tradicional es un lujo que cuando se prueba ya no se puede prescindir de él. Al igual que ocurre con la relojería mecánica o con las plumas estilográficas, el afeitado clásico tiene un "alma", un encanto y unas particularidades (incluso diría que un cierto romanticismo) que lo hacen diferente, e incluso -por raro que parezca- deseado por sus usuarios, llegando a convertirse en una especie de liturgia con un ritual muy marcado y personal respecto a otras técnicas de rasurado.

Para la gran mayoría, el afeitado es una tarea tediosa, aburrida, e incluso para muchas personas, hasta tortuosa por las consecuencias que ello les acarrea: irritaciones, problemas en pieles sensibles, enrojecimientos de cara o cuello...

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Las actuales maquinillas que las grandes multinacionales nos venden, con cabezales de 2, 3 o hasta 5 y 6 hojas hacen que los afeitados -en contra de lo que parece-, sean mucho más agresivos que si se utiliza una cuchilla de una sola hoja, como se emplea en el afeitado clásico, pero nuestro actual ritmo de vida nos impide a veces dedicar más tiempo a algo que puede convertirse en un litúrgico y placentero ritual, por lo que este tipo de maquinillas están ganando cada vez más cuota de mercado y aportando pingües beneficios a sus fabricantes, ya que sus precios son desmedidos respecto a las cuchillas de una sola hoja, aparte de su corta vida.

Otra de las principales características del afeitado clásico es lo tocante al bolsillo, ya que representa un gran ahorro respecto a los productos empleados en el afeitado moderno, puesto que si consideramos el precio ridículo de un paquete de cuchillas, y la duración de una pastilla de jabón, cada afeitado resulta sorprendentemente económico dado el bajo precio de estos productos y su duración. Como ejemplo señalar que una cuchilla de calidad pude durar entre 4 y 6 afeitados y que un bote de jabón sólido en bol como Proraso puede durar dos meses o más usándolo diariamente.

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Empezar con el afeitado clásico es una decisión y una tarea que no requiere ni de muchos preparativos ni tampoco de complejos accesorios. Tampoco requiere de una especial destreza, ya que en los primeros dos o tres afeitados se le coge la técnica, que es muy sencilla. Además la tarea de dedicarnos un poco de tiempo a nosotros mismos, nos permite concentrarnos y reflexionar diariamente sobre nuestros asuntos y temas importantes mientras disfrutamos del placer de este tipo de afeitado. Es un momento de introspección muy positivo tanto para el cuerpo como para el espírtu; al menos a mí me lo resulta.


2.- ¿QUÉ MÁQUINILLA ELEGIR?


Existen diferentes tipos de maquinillas para el afeitado clásico, si bien se resumen en dos grandes grupos: de peine cerrado y de peine abierto.

Hay quienes opinan que el peine abierto puede resultar más agresivo que el peine cerrado, y quienes consideran que no, que la única diferencia es que el peine abierto (en forma de rastrillo), su función mas importante es la de servir de "indicador" para saber si se está usando el ángulo correcto, ya que si deja la señal del rastrillo en la espuma del rostro, es un síntoma claro de que la angulación de la hoja sobre la piel no es la correcta.

También están las denominadas "slant" (de cabezales asimétricos), pero eso es ya otra historia y llegado el caso las trataríamos en otro hilo.

Una maquinilla de peine abierto (llamadas open comb):

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Aquí una maquinilla de peine cerrado (llamadas closed comb):

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En la elección prima el gusto de cada uno, si bien y aunque sólo sea por un factor psicológico, recomendaría empezar por una maquinilla de peine cerrado, ya que su uso puede generar más confianza si eres un recién iniciado en el afeitado clásico.


3.- SOBRE LOS JABONES

Respecto a los jabones de afeitar también podemos establecerlos en dos grandes grupos: jabones sólidos y jabones en crema.

En realidad los jabones en crema no son ni más ni menos que jabones sólidos a los que se les ha añadido agua para su posterior homogeneización, obteniendo así un producto más maleable.

Jabón sólido en formato de barra (también llamado stick) de La Toja:

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Jabón sólido en pastilla Proraso:

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Jabón sólido de Geo F. Trumper, presentado en bol de madera:

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Jabón en crema (formato tubo) Lea Mentolada:

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Jabón en crema de Geo. F. Trumper, envasado en tarro de plástico con tapa a rosca:

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4.- ¿QUÉ BROCHA HAY QUE TENER?

Dependiendo del tipo de jabón que usemos (sólido o en crema) y de nuestros gustos personales, tenemos dos grupos principales de brochas en donde elegir: pelo de tejón y pelo de cerda.

Existen también brochas de pelo sintético, de pelo de caballo, o mixtas, que combinan pelos de varios tipos, aunque todas estas ocupan un lugar más secundario y menos atractivo para la mayoría de usuarios.

Brocha de pelo de tejón de la prestigiosa marca Vie-Long:

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Aquí una brocha con pelo de cerda de la también reconocida marca portuguesa Semogue:

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Por lo general el pelo de tejón (del que existen distintas calidades), es mucho más suave que el de cerda (algo más recio y absorbente al agua), si bien el pelo de tejón representa más dificultad para espumar jabones sólidos que el pelo de cerda. Por tanto recomendaría tener un par de brochas, según para que usos: tejón para cremas y cerda para pastillas y jabones sólidos. No obstante puedes decantarte por disponer sólo de una buena brocha de cerda que cumple su función perfectamente para ambos tipos de jabones.

5.- DESBRAVANDO TU NUEVA BROCHA DE CERDA

Una brocha de cerda recién estrenada tiene dos características que debe perder: su reciedumbre y cierta capacidad impermeable al agua (retiene bastante menos cantidad de agua que una de pelo de tejón).

Ante esta situación hay que aplicar lo que se llama el "desbrave", un proceso para conseguir que las puntas se dividan en dos o tres partes conectadas al mismo pelo, consiguiendo así que la brocha se vuelva más suave y aumente ligeramente su retención de agua. Para ello montaremos espuma con ella varias veces y la podemos frotar contra nuestra mano, para después poderla usar en la cara. Se recomienda realizar este proceso al menos cuatro o cinco veces antes de su uso definitivo.

Dicho proceso comprende el montar un bol de espuma y restregar la brocha contra nuestra mano contraria a la que sostiene la brocha, para posteriormente proceder al secado de la brocha durante 24 horas, nunca por medios artificiales (secadores de aire, etc.). El escurrido de la brocha se hará mediante fuerza centrífuga de nuestra muñeca sobre el lavabo nada más terminar de usarla. El resto del escurrido se realizará por gravedad montando la brocha en un soporte y siempre con el pelo hacia abajo.

Postura correcta para guardar CUALQUIER brocha tras su uso, y estando aún húmeda:


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Aquí se puede ver una brocha ya desbravada, apreciándose su flor ya mucho más abierta que si la comparamos con la fotografía que aparece más arriba de este documento:

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Con la brochas de pelo de tejón no es preciso realizar este proceso, aunque para contrarestar cualquier posible olor, yo lo aplico un par de veces con algún jabón aromatizado, y por una razón de pura higiene (por muy limpia que pueda venir del fabricante).

6.- LAS CUCHILLAS: TODO UN UNIVERSO DONDE ELEGIR

Actualmente existen muchas y variadas marcas de cuchillas de doble filo (ojo: no confundir con doble hoja), y en este aspecto la elección es algo muy personal, dependiendo de nuestra técnica de afeitado, tipo de piel, periodicidad del afeitado, maquinilla que usemos, aprovechamiento de la hoja... No obstante (y algo tendrá el agua cuando la bendicen), entre las más reconocidas marcas de cuchillas se encuentran las Personna israelí y las japonesas Feather, principalmente, aparte de un sinfín de marcas más o menos reconocidas.

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Mi recomendación es que si no lo tienes claro, adquieras un pack de muestras que suelen venderse a precios muy asequibles, y ello te permitirá determinar cuál es el tipo de cuchilla que mejor se adapta a tus circunstancias y condiciones personales. Para ello existen muchos sitios en la red donde poderte hacer con esos packs de muestra, como eBay, aunque recomiendo por calidad y eficacia probar con la empresa Connaught Shaving.

7.- ¿ESPUMAR EN CARA O EN BOL?

Hay dos formas principales de montar la espuma de jabón: en un bol o taza (en inglés, mugs) o bien directamente en la cara. A mí personalmente el hacerlo directamente en la cara me parece una operación, además de poco efectiva, demasiado agresiva para la piel por el proceso de excesiva exfoliación que ello puede provocar, sobre todo si tienes una piel sensible.

Aquí un mug o tazón cerámico:

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Aparte, si el espumado se realiza en un bol o tazón, podremos controlar mucho mejor el proceso de hidratación que va tomando el jabón (como consecuencia de la adición de agua), cosa que no se puede controlar si se espuma directamente en la cara.

Un bonito bol de acero esmaltado de la marca Ibili con un especial aire retro:

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8.- EL POST AFEITADO: EL AFTER SHAVE

Después del afeitado clásico y como colofón a éste, tenemos el proceso final del post afeitado, en donde mediante algún bálsamo o loción procederemos a tonificar e hidratar nuestra piel, aliviándola del proceso de rasurado. Aquí puedes elegir entre dos grupos de productos principales: los bálsamos y las lociones.

Los bálsamos se caracterizan principalmente por su densidad, aparte de que por sus características admitan ciertas formulaciones que no permiten las lociones. Son más "lechosos" y pueden contener o no alcohol.

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Las lociones por contra son mucho más fluidas, generalmente líquidas y mayoritariamente con base de alcohol.

Un clásico de las lociones de toda la vida, Floid:

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Como ocurre con el resto de productos para el afeitado clásico, la elección de un after shave va en gustos, y sobre todo en función a la mayor o menor sensibilidad de nuestra piel, si preferimos un after perfumado o neutro, si tenemos la piel más o menos grasa, etc. En cualquier caso y dado que no hablamos de productos costosos, una elección fallida tampo representará un grave quebranto para nuestro bolsillo.

Espero con este pequeño monográfico haber contibuido a trasladaros la placentera pasión que representa esta técnica de afeitado que lamentablemente está tan en desuso hoy día. Os animo a que la probéis, ya que -con un mínimo de precaución- no representa el más mínimo riesgo y por contrapartida os dará muchas satisfacciones a los sentidos: vista, oido, olfato y tacto.

Si en algo os puedo ayudar desde mis escasos conocimientos, no dudéis en preguntar en este mismo hilo. En la medida que esté a mi alcance trataré de daros la respuesta que mejor sepa, y si no, entre todos la buscaremos.

¡¡¡Feliz afeitado clásico a todos.!!!
 
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