• NORMAS PARA EL SUB-FORO "TERTULIA"

    A partir de la fecha 22/01/2012 en este sub-foro -además de las Normas Generales-, regirán las siguientes normas particulares:

    1. Los temas que se creen, serán como se indica en la descripción del subforo, para DEBATIR y OPINAR sobre temas que no estén relacionados con la relojería.

    2. Si un usuario crea un tema concreto (por ej. "Mi colección de sellos"), todos los demás aportes de dicha temática que realice, deberá hacerlos bajo el mismo hilo que inició, evitando dispersar multitud de aportes idénticos en el sub-foro. De no realizarlo de ese modo, el Staff procederá directamente a su borrado, sin más.

    3. No se permitirá la creación de temas sin sentido, de escaso interés colectivo, o cuya nula generación de debate haya ya sido comprobada con anterioridad (como por ej.: datos estadísticos, cotizaciones, frases célebres, refranes, efemérides y similares).

    4. Las intervenciones en este sub-foro NO computarán en el contador de intervenciones de los usuarios.

    5. FdR se reserva el derecho de ampliar estas normas en cualquier momento y sin previo aviso.

Centro Relojero Pedro Izquierdo

Aceros inoxidables.

6aly

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Recuerdos del abuelo.

Se encontraba el abuelo una fría mañana de invierno, rodeado de sus sobrinos nietos, junto al fuego a tierra alimentando el fuego, y como de costumbre sus sobrinos nietos, (ya se sabe al que dios no le da la nietos les da sobrinos nietos), estos pidieron al abuelo les contara un cuento mientras se acercaron todos junto al abuelo y con el fragor de la lumbre, le dijeron abuelo, nos cuentas un cuento pero de los tuyos, no de los que nos cuentan nuestros padres, que tú no sabes contarlos, y así empezó el abuelo a contarles una de sus historias.

Queridos sobrinos nietos, hoy os contare la historia de aquel hombre que un día quiso hacerse inoxidable.

El hombre joven aun no oxidado un día conoció, al cuñado rico de la familia, el cual le doblaba la edad y más, ese día lo encontró sentado junto al fuego a tierra, alimentándolo, el cuñado joven al verlo, pensó pobre hombre, y de pobre nada ya que tubo toda una vida para amasar una fortuna, tras las representaciones pertinentes y enseñarle la sala de estar repleta de jamones y otros fiambres, volvieron al calor de la lumbre, y le dijo, cuando tenía tu edad no tenía ni para comprar jamón, y ahora que tengo para comprar jamón, no tengo dientes para comerlos, eso que cambio de tema, pasando a interesarse por las fuentes de ingresos de su nuevo cuñado, al cual acababa de conocer y como no por su oficio, preguntándole porque relojero y no otro oficio, a lo que le contesto el relojero, a su cuñado, fue mi padre el que me coloco en un taller, de aprendiz de relojero, a lo que le recrimino diciéndole, eso quiere decir que si tu padre te hubiera colocado en una silla alimentando el fuego, hoy día seguirías sentado junto al fuego alimentándolo, aquello le hizo pensar, y probo a hacerse poeta, descubriendo que los poetas también comen, probo hacerse comerciante, comprobando que los comerciantes también comen, probo de hacerse innovador (inventor) comprobando que los innovadores también comen, probo vivir de escribir cuentos, y comprobó que los escritores, también comen, descubriendo que un día, ya no era aquel joven, sino que se estaba oxidándose como su viejo cuñado, eso que un día reparando relojes le pico la curiosidad y se preguntó porque, unos relojes envejecen tan pronto y otros no, y al igual que vosotros niños, no paro de preguntar por qué, y un día encontró la respuesta a su pregunta, en la trasera de los relojes, que reparaba, en unos ponía escrito, STAINLESS ESTEEL BACK y en otros solo STAINLESS ESTEEL, y otras muchos más escritos, como para un nuevo relato, el cuñado joven el relojero al no saber idiomas, pidió lo tradujeran y creyeron leer, espalda aceros inoxidables, y se lo planteo y se puso a pensar, sería bueno hacerse inoxidable, pero no por ello dejo de reparar relojes, porque los relojeros también comen, y por más que lo intento no lo consiguió, y no paro de oxidarse al igual que su cuñado, debido al cruel y silencioso tic tac de los relojes de arena, relegándolo a cambiar de silla, y jubilado y sin poder reparar relojes, descubrió que los jubilados también comen, no por ello se le vacío la despensa.

Y siguió alimentando el fuego y a l igual que a su cuñado ya oxidado y sin dientes, llego el día que pudo comprar jamón, pero al no tener dientes no lo pudo comer.

Moraleja el cuñado joven que quíso hacerse inoxidable, y mantener la despensa llenr sin trabajar, tardo toda una vida en encontrar la forma.

Una vez terminado de contar el cuento a sus sobrinos nietos, el abuelo les dijo espero que os haya sido de vuestro agrado en, esta ocasión, ni se comen ni torturan a ninguno de los protagonistas, pasando a preguntarles que querían ser de mayores, y hubo uno que le dijo abuelo yo de mayor quiero ser como tu jubilado, y el abuelo le contesto si la cosa no cambia no te extrañe que llegue el día que los padres tengan que mantener a los hijos hasta la jubilación, y una vez jubilados que los mantenga el gobierno.

Pero si queréis siguiendo tener juguetes, tendréis que estudiar y trabajar para conseguirlos, porque como ya os pregunte hace tiempo.

En qué se diferencia un niño de un adulto, entre otras cosas en que el adulto deja de preguntar el porqué de las cosas, y otra el que sus juguetes son mas caros.

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Ver el adjunto 788405

El reloj cansado al igual que otros muchos de mis cuentos y relojes son idea de un niño, un sobrino nieto, a los que entre los dos plasmamos, los fines de semana.

Este cuento no es más que eso un cuento del tío abuelo, para entretener a sus nietos.

Galy.



 
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