Pues creo que funciona tan bien como el primer día (tras las revisiones oportunas). Me quedo embobado mirando esta obra de arte
Descripción artística: Reloj de custodia en bronce dorado y labrado, de una sola aguja. Sobre un pie se encuentra una figura de faunesa que sustenta una pieza abatible, con cabeza de león, que al alzarse permite la salida de un candil. Encima se sitúa la esfera de plata sobre fondo dorado con la inscripción: «Hans de Evalo. F. En Madrid 1583», y un escudo de armas formado por banda de gules con tres flores de lis y dos estrellas en punta. La aguja horaria es de forja, construida en acero y perfectamente cincelada. Descripción técnica: Máquina del tipo alemán, de platinas redondas, motor de resorte de un día cuerda, con tracción por caracol y cordón de tripa y escape de Foliot con regulador de oscilación. Alrededor se sitúa el recipiente de aceite para carga del candil.Datos históricos: «De este reloj se servía el Rey Felipe II, de ordinario, en su Cámara, junto a otro similar construido por Jennin Cocquart, y bien puede decirse que no tenía otro mueble ni objeto de que más se sirviera que de los citados, teniéndolos día y noche a la vista». Así nos lo dice Jean Lhermite, natural de Amberes, guardia de Arqueros de Corps de Felipe II, maestro de matemáticas y francés del príncipe don Felipe y cronista de la Corte, en sus Memorias, publicadas en Amberes en 1896. Este reloj salió del Monasterio en época ignorada y fue vendido en París, en la subasta Spitzer en 1893, siendo adquirido por el barón Stum, embajador alemán en España, y ofrecido a S M. Alfonso XIII, quien lo mandó de nuevo a las habitaciones del rey Felipe II del Real Monasterio de El Escorial. | ||
Descripción artística: Sobremesa en caja de marquetería metálica dorada, de tema floral, con incrustaciones de concha, nácar y asta teñida, y con adornos en forma de volutas y follaje, de bronce cincelado y dorado. En la parte superior se encuentra la figura de un pastor con un caramillo que toca él mismo, moviendo para ello los dedos de las manos. A su lado, un perro que ladra y mueve la cabeza, cola y boca. Al otro costado, una oveja simula dar balidos, abriendo y cerrando la boca. Debajo de estas figuras, dos amorcillos se columpían.En el centro, la esfera del reloj, con cartuchos horarios de porcelana, y en su interior, una representación de la bóveda celeste. En ella se nos muestran las salidas y puestas del Sol, así como su altura según la época del año; las fases de la Luna; si es de día o de noche, pues se ilumina por medio de unos brillantes que semejan las estrellas; un globo terrestre con la hora universal; barómetro; atraso y adelanto del Sol; calendario; meses; Zodíaco; estaciones del año y, finalmente, signos y grados del Sol.En la parte inferior y en un balcón, un Cupido con un pajarillo en la mano que, además de cantar, mueve el pico, cola y pecho, con movimientos laterales. Al lado, una dama, con un libro de música, que hace el compás con la mano y mueve la cabeza.Todos los movimientos de autómatas se producen de una manera alternativa cada vez que el reloj da las horas y a voluntad, por medio de diez palancas. Dispone de diferentes músicas y trinos.Descripción técnica: Máquina suiza de platinas cuadradas. Motor de resorte de ocho días cuerda. Escape de áncora con péndulo. Sonería de horas y a la demanda de cuartos, sobre tres campanas. Dispone de un carillón, de motor de resorte y con tracción por caracol y cadena, de cilindro de púas sobre nueve campanas y con seis melodías diferentes. Otras máquinas auxiliares, del mismo tipo, para el movimiento de los autómatas, música de flautas, trino del pajarillo, ladrido del perro y balidos de la oveja. Datos históricos: Este extraordinario reloj fue traído por el famoso constructor de autómatas Jaquet-Droz, desde Chaux-de-Fonds a Villaviciosa de Odón, donde se encontraba el Rey Fernando VI. Allí fue adquirido, junto a otros, por un precio de 2.000 pistolas de oro y destinado al Palacio Real de Madrid. Es una de las grandes obras de la relojería conocida internacionalmente. | ||
Casi la totalidad de los grandes relojes del patrimonio están sin funcionamiento. ¿quien les va a meter mano?
Las revisiones oportunas son sobre algunos relojes sencillitos con maquinas parís.